Los adaptadores de fibra óptica (también llamados acopladores) están diseñados para conectar dos cables de fibra óptica. Vienen en versiones para conectar fibras individuales entre sí (simple), dos fibras juntas (dúplex) o, a veces, cuatro fibras juntas (cuádruple).

Los adaptadores están diseñados para cables multimodo o monomodo. Los adaptadores monomodo ofrecen una alineación más precisa de las puntas de los conectores (férulas). Está bien usar adaptadores monomodo para conectar cables multimodo, pero no debe usar adaptadores multimodo para conectar cables monomodo. Esto puede provocar la desalineación de las fibras monomodo pequeñas y la pérdida de intensidad de la señal (atenuación).

Al conectar dos fibras multimodo, siempre debe asegurarse de que tengan el mismo diámetro de núcleo (50/125 o 62,5/125). Un desajuste aquí causará atenuación en una dirección (donde la fibra más grande transmite luz a la fibra más pequeña).

Los adaptadores ópticos suelen ser cables de conexión con conectores similares (SC a SC, LC a LC, etc.). Algunos adaptadores, denominados “híbridos”, aceptan diferentes tipos de conectores (ST a SC, LC a SC, etc.). Cuando los conectores tienen diferentes tamaños de férrulas (1,25 mm a 2,5 mm), como se encuentran en los adaptadores LC a SC, los adaptadores son significativamente más caros debido a un proceso de diseño/fabricación más complicado.

La mayoría de los adaptadores son hembra en ambos extremos, para conectar dos cables. Algunos son macho-hembra, que normalmente se conectan a un puerto en un equipo. Esto permite que el puerto acepte un conector diferente al que se diseñó originalmente. Desaconsejamos este uso porque encontramos que el adaptador que se extiende desde el equipo está sujeto a golpes y roturas. Además, si no se enruta correctamente, el peso del cable y el conector que cuelgan del adaptador pueden provocar desalineación y una señal degradada.